Limón - Fabiana

Soy XX3, vengo del planeta Marte, hace unos días terrestres que llegué en mi nave espacial. 
Les cuento que ya hice un amigo aquí: Lucio, un niño de 6 años muy simpático que me llevó a su casa.
Estoy aprendiendo mucho de esta civilización, hay cosas que son similares. Tienen familia, como nosotros, pero en otros aspectos son muy distintos.
Comen cosas extrañas (nosotros solo nos alimentamos con cápsulas nutritivas) y lo hacen alrededor de lo que ellos llaman mesa.
El otro día abrí un cofre congelado en el que guardan la comida y ¡¡lo vi!!  Redondo, amarillo como el astro que nos da calor en nuestro planeta, el Sol.
Lo tomé con precaución, no sabía si quemaba. Su piel era rugosa, áspera y estaba fría.
Lo puse sobre la mesa terrestre, tomé un elemento que los humanos usan para cortar y lo partí a la mitad. Cada parte tenía la forma de una nave espacial en miniatura. Lo di vuelta y vi que por dentro era blando, brillante.
Me lo llevé lentamente a la boca, con un poco de temor y... ¡¡¡Ajjjj!!!!
Su sabor amargo y ácido hizo que lo arrojara con fuerza contra la pared y pegara un grito. Lucio vino corriendo y vio la escena.
—¿Qué es esto? —pregunté
—¡Un limón! —contestó Lucio riéndose a carcajadas.

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