¿Habré llegado por fin al lugar tan buscado? ¡¡He viajado tanto tiempo!!
Tal vez algún otro sobreviviente de mi planeta lo haya logrado. No lo sé.
Partimos en búsqueda de un futuro mejor. Allí, donde estábamos establecidos, ya no quedaba nada para subsistir. No supimos, o no nos enseñaron, a cuidar nuestra tierra, y así casi sin darnos cuenta, lo fundamental para nuestra existencia, el agua, se acababa. Tal vez aquí la encuentre, y así podrá continuar la existencia de nuestra raza.
Hasta ahora, por lo que he logrado ver desde mi aterrizaje, no pareciera que exista vida. Todo es polvo y roca, pero caminaré para explorar mejor. Hay atmósfera, puedo respirar sin mi traje, eso ya es bueno. A lo lejos, logro ver color, lo que desentona totalmente con el resto del paisaje. Me acercaré.
Hay un sendero angosto. Varios postes pequeños con escritos. Traeré el traductor que deje en la nave, y así sabré si puedo leer lo que dicen.
Ya está, veamos.
"Bienvenidos al planeta tierra (dice el primero) siga el sendero".
Así lo hago. No sé en qué galaxia me encuentro. Sigo avanzando.
"Somos gente de paz, no teman" (aun no veo a nadie).
"Busquen el libro debajo del árbol, que encuentren al final del sendero".
Avanzo con mucha espectativa y cautela.
Llego, y allí esta el libro. Lo tomo y comienzo a leer.
"Si es que están leyendo este libro, y no han visto a nadie, significa que nuestra raza humana, ha dejado de existir. Durante mucho tiempo cuidamos este árbol. Era nuestro legado, para los que vendrían. Fue nuestra última fuente de alimento. Se llama limonero, y como verán da un fruto. Cuídenlo. De ese fruto obtendrán vitaminas y, si aprenden a usarlo, calmará su sed. Podrá ser medicina y alimento. Mucha suerte. Planeta Tierra".
Dejo el libro y tomo uno de los frutos para examinarlo.
Es de color amarillo brillante, suave, aunque de piel algo rugosa, liviano y ovalado. Decido abrirlo.
Su interior es del color del cristal, con algunas pequeñas semillas, jugoso. Bebo su jugo. Exquisito y fresco.
Por primera vez después de tanto viajar siento paz. Y esa paz me la ha dado un pequeño fruto. Un limón. Lo miro y ya cambió de color. Ahora tiene el color de la esperanza. Mi esperanza de vida, y su jugo es lo mas delicioso que he bebido, en mucho tiempo. He llegado al fin a mi nuevo mundo pintado de verde y amarillo. Los colores mas lindos del universo.
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