El regalo - Fabiana

Sentada frente a mí jardín, cierro los ojos despacio, pienso en regalos "inusuales' y, de pronto, surgen espirales que giran, días y noches, de un tiempo infinito que crece del centro hacia afuera cíclicamente.

Respiro mientras mí cuerpo se mueve al ritmo de las olas, no sé si porque lo amo o lo extraño, pero apareció en mi mente el Mar. Imagino el agua acariciando con suavidad mis brazos, acunando mí espalda y poco a poco besando mí rostro. Sueño con la luz del sol reflejarse,  con el sonido de las olas, oigo el movimiento de los peces.

Me veo de niña junto a mí padre, en la orilla juntando caracoles, almejas y construyendo castillos de sueños. Siento la espuma, la paz que me genera tanta inmensidad. De pronto, abro los ojos y lo veo allí junto a mis cactus, ese regalo "inusual" que yo llamaría " especial".

Durante varios años de mi vida, me tocó la maravillosa tarea de enseñar a leer y escribir. Grupos de niños de seis años que descubrían las letras y componían palabra. No me siento capaz de transmitir la emoción que se siente cuando ocurre el milagro.

En uno de esos tantos grupos hubo una pequeña con bucles rubios y ojos grandes a la que apodé Sara Kay, porque se parecía mucho a unas muñequitas que yo coleccionaba cuando era niña. Mi alumnita se llama Yohana. Un día del maestro los chicos me entregaban regalos y ella se acercó, tímida, pero con ojitos llenos de amor y ternura y me dio un regalo "inusual”: un caracol de mar con su nombre.

Pasaron los años y gracias a las redes apareció en mi computadora un mensaje dulce, cariñoso, lleno de palabras que me acariciaron el alma... Era Yohana. Inmediatamente fui a mí jardín, allí al lado de mis cactus saqué la foto de ese caracol y se la mandé.

No creo que Yohana imaginara con sus seis añitos lo que significó su regalo. Ese caracol fue para mí una cajita cargada de música de mar, de arenas, de espuma, de paz, de poesías de Neruda, de Alberti, de Storni, de Rubén Darío. Ese caracol, ese regalo "inusual", fue para mí un cofre repleto de tesoros que no se compran y que hoy está lleno de recuerdos.


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