Lectura de imágenes - Alejandra

Es increíble que, a pesar de tanto trabajo, sus ropas se vean tan blancas. Su rostro apenas se ve, pero puedo percibir su piel desgastada por el sol. Sus manos se ven fuertes, las de un trabajador. La carga sobre sus espaldas es pesada, no solo esa carga que se ve, sino la que no se ve. Ella, su compañera, intenta ayudarlo, aunque también carga con una vida dura. Ambos tienen el rostro cansado y desgastado por el sol. Sus manos son tiernas y cuidadosas, las de una mujer que lucha. Sus ropas en cambio son coloridas, cómo para darle un poco de alegría a la triste realidad que les toca compartir.



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