Una mañana, estaba en mi cuarto convaleciente. Habían tenido que extirparme las amígdalas, una dolencia tan asociada a la infancia. Sentada en mi cama, saboreando un rico helado que me había traído mi papá recomendado por el médico, miraba y admiraba, a través de la amplía ventana de mi cuarto, el bello jardín de mi casa. Era otoño, el sol me envolvía tibiamente, veía árboles semi desnudos desprotegidos de una suave brisa, un cielo con un degrade azul celeste y en el suelo un colchón de gran sinfonía de ocres. De pronto vi asomarse por la ventana un Marumito. Estaba asombrada y emocionada: era lo que siempre había deseado. Mi mamá entró en el cuarto, sonriente, me lo entregó y cuando lo tuve, la abracé con fuerzas, la mire, tan bella muñeca. Sueños de mi infancia echos realidad, gracias a mi amada madre.
Este blog funciona como archivo de las consignas de escritura que los estudiantes del Taller de Escritura Creativa van realizando y comparten durante el curso 2020. El Taller de Escritura Creativa forma parte de la oferta de la Universidad de Adultos y Adultos Mayores de la Municipalidad de Morón desde el año 2018.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Reflexión final - Fabiana
Este año viví, y creo que no fui la única, todos los estados de ánimo. Tuve días de alegría, de esperanza, de paz, pero fueron muchos los qu...
-
Giró el cuchillo en el estómago de la víctima. Se quedó de pie, esperando. Minutos después, tomó el arma y vio que no había necesidad de lim...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario