Una noticia en cuento - Stella

Nació.
La felicidad me inundó hasta que me dijeron que una discapacidad lo limitaría en su vida futura. En ese momento, me prometí luchar y hacer lo imposible para que eso no le impidiera alcanzar sus ideales. Y así fue. Compitió desde los 8 años en cuanto torneo de natación le presentará su profesor, sin importar los triunfos ni los fracasos. Hasta que llegó esta maldita pandemia. No podía entrenar.¿Qué hacer?
Y de pronto se me ocurrió la idea más loca del mundo. Hacerle su pileta en el fondo de casa. Nos dijeron de todo, bueno y malo. En lo único que coincidían era que ese proyecto era una locura...incluso el entrenador nos dio la longitud, pensando que no lo haríamos. Pero con chapas, nylon, bomba más potente para extraer el agua, lo logramos.
Hoy mi hijo se entrena en el fondo de casa, en esa pileta tan especial. Cumplí la promesa que me hice hace 17 años: luchar hasta lo imposible por él.

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