Las copas
¿Cuántas clases de copas hay? Infinidad.
De vino, agua, champagne, coñac. Dentro de cada una de ellas hay diversas
formas y tamaños, altas, bajas, incluso colores, grosor, calidad. El cristal
tiene un sonido especial, pero hoy en día se mezcla la vajilla de una
forma poco común, elegida, arbitraria, vintage.
Aclarado el tema, cada uno
elige la que le gusta y se adecua para su uso cotidiano, familiar, personal o
para sus reuniones favoritas. También hay que recordar que antiguamente se
acostumbraba a tener vajilla de porcelana y copas de cristal. Hoy en día todo
viene bien: moderno, antiguo, bienvenidos son.
Algunas son muy panzonas y
están de super onda para tomar vino especialmente. Y las ya conocidas altas,
delgadas, muy estilizadas son para tomar champagne.
La boda
Hermoso juego de cristal color
celeste agua o cielo, modelo clásico, compuesto de cuatro tamaños, licor, agua,
vino y champagne. Ese soy yo, ese hermoso juego expuesto en ese bonito
local, donde se hacen las famosas listas de casamiento.
Cuando llegaron esas dos
señoras muy acaloradas, miraron por todos los estantes, buscando en las
cristaleras y, finalmente, dudosas, se acercaron a mí. Yo soy junto a mis
compañeras una parte de esas 48 copas que conforman el gran juego destinado a la
boda de una pareja, que goza el tener una gran familia, y una gran cantidad de
amigos. Me sorprendí por el apuro, que demostraban tener, al estar tan
agitadas, pero al escucharlas conversar, me di cuenta de que estaban buscando
algo especial, distinto, no muy moderno, pero si bien completo. Y ahí estaba esperando
este conjunto de copas muy bonito, color celeste como el cielo. Decidida
la compra, con gran esmero, me embalaron con sumo cuidado. La entrega
estaba pactada para el próximo martes y la misma se haría en la casa de la
pareja, directamente. No habría exposición de regalos.
El martes señalado llegamos,
como estaba previsto, a la casa de la nueva familia. Se encontraba en un
bonito barrio residencial, lleno de jardines muy verdes y floridos. Nosotras estábamos
muy contentas de haber resultado elegidas y con ganas de conocer a nuestros
felices dueños. La caja donde estábamos tenía por fuera un montón de franjas
donde decía “frágil”, por lo tanto, con sumo cuidado fuimos ubicadas en un
lugar preferencial, para luego ser aseadas y colocadas en nuestros
aposentos.
Ese día especial llegó y cuando
abrieron la caja vimos dos caras mirándonos con agrado y especial interés en
lavarnos y guardarnos en la cristalera del hogar. Primero, éramos las de champagne,
porque íbamos atrás, éramos muy altas. Pero la señora que se ocupaba de nosotras
no tenía muy buena onda, como dicen, porque primero se le rompió una, un suspiro
de sufrimiento por parte de la damita joven que vio el estropicio y, a pesar de
las disculpas de su familiar, al segundo, la otra cayó con estrépito dentro de
la bacha. ¿Fue a propósito? Mató a dos de mis hermosas hermanas. Estábamos
todas afligidas y con gran temor a ser una de las próximas víctimas. Esa mujer
no solo tenía mal karma, además era una envidiosa, porque ella no tenía un
juego tan bonito de copas. Yo creo firmemente que era de esperar ese
destino, porque muchos años después, nosotros nos quedamos con la dama joven
en el reparto, que siempre nos quiso bien y nos conservó con cariño. En
realidad, fue ella las que nos eligió y nos pidió con gran decisión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario