Para llegar a quien soy primero tengo que recordar quién fui y sí recuerdo que fui un niño muy solitario, rodeado siempre de muchos otros niños. De esa forma llegué a mi adolescencia y fue un gran estallido. Desperté de mi soledad y sin saber cómo fui líder de grupos. Me miraba al espejo y me creía lindo tal vez, no sé, pero yo lo creía.
Fui creciendo en edad más que en madurez: la facultad, mi primer trabajo y mi grupo de amigos inseparables, los que me alimentaban en crecer y de los que yo era su líder, no podía fallar, qué difícil. Pasaron los años, obtuve un título, me casé, fui muy feliz. Soy muy feliz y aprendí a ser yo mismo, ese que no conocía y fue justo cuando partió mi primer amigo.
Yo fui pasando etapas lindas, feas, pero siempre optimista: había aprendido que la vida te da y te quita pero siempre sigue dando a pesar que de todo. De ese gran grupo hoy quedo yo solo pero como la vida da voy agregando los nuevos, los que hoy me hacen feliz y me encuentro haciendo las cosas que soñaba en aquella época y, claro, no podía. Había otros intereses pero aprendí y hoy los disfruto y me digo: "¿A esta edad?". Y me contestó: "¡¡Sí!! A esta edad". Y sigo más optimista que antes y, a pesar de tantas cosas que se suelen presentar en contra, me miro al espejo y me digo: "Ya no sos aquel que se veía lindo". Pero soy el que se ve FELIZ, el que sabe que cada amanecer habrá algo nuevo que aprender para poder ofrecerlo a los que te hacen feliz. Mi historia es común pero bueno soy yo el que mi creador quiere que sea.
gracias por compartir tus experiencias, son enriquecedoras! Virginia.
ResponderBorrar