Frase prestada - Emiliano

Nací, me crié y aún vivo en la misma casa de siempre de modo que todos me conocen y, modestia aparte, no hay quien no tenga algo que agradecerme.
En aquellos tiempos éramos pocos y nos conocíamos todos. Ese día tuve la precaución de esperar que anocheciera para salir de casa y nadie me reconoció, de modo que pasé inadvertidamente a pesar de que la calle estaba colmada de gente.
Reconocer a alguien es cosa sencilla: el rostro, la voz, los gestos, el andar y qué decir si se trata de un hombre o una mujer, pero ese día me resultaba imposible. En un principio, me pareció hasta divertido pero con el transcurso de las horas me pareció que ya era demasiado. Una vez de regreso a casa llegué a una serena conclusión: "carnavales eran los de antes".

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