Este blog funciona como archivo de las consignas de escritura que los estudiantes del Taller de Escritura Creativa van realizando y comparten durante el curso 2020. El Taller de Escritura Creativa forma parte de la oferta de la Universidad de Adultos y Adultos Mayores de la Municipalidad de Morón desde el año 2018.
Descripción - Norma
La casa abandonada
Esa casa estaba desconocida. No había sido desde su nacimiento tal cual la estaba viendo ahora: sin cortinas, paredes deslucidas, polvo en los muebles apilados sin control. Parecía un depósito de todo aquello que ya nadie quería tener en su casa y lo dejaba allí.
Una foto caída, olvidada, de una perra blanca, mostraba el brillo del piso en ese momento y la biblioteca con los libros que ya no estaban allí. En esa hora determinada en que había sido sacada la foto, la casa estaba orgullosa de ese piso de granito verde (lustroso y cuidado), los libros ordenados y la beatitud de ese hermoso animal. Hoy está llena de cajas o muebles en desuso y mal cuidados. Hay polvo por todos lados. Casi obsesiva la densa observación del abandono.
¿Quién había olvidado a quién? ¿La casa o el habitante de la casa? Era necesario saber la pertenencia, la causa del abandono. La necesidad de ser olvidada, para quizás poder abrir una ruta nueva, distinta.
Las paredes antiguamente habían sido blancas que ahora se había convertido en un color indefinido. Las puertas habían sido blancas también.
Se accedía a la casa por una grande, ancha y alta puerta maciza, pintada de un deslucido y memorable verde inglés. Después de un pequeño espacio, se encontraba una hermosa puerta cancel de dos hojas, con vidrio repartido, que se abría gentilmente dando una bienvenida especial al visitante.
Esa casa, hoy herida por el abandono y el olvido, tuvo hermosas cortinas de voile, transparentes y delicadas. Y el ventanal, hoy bajo, trabado, vencido por los años de uso y deterioro, esconde lo que otrora fue un jardín. Hoy está lleno de malezas, pastos altos, espesos árboles y un laurel gigante, añoso, que año a año se alzaba imperioso dando más y más hojas perfumadas, sabrosas, solicitadas y dadas generosamente con el beneplacito de sus dueños, hoy ya lejanos, olvidados, desaparecidos. Están en otro mundo, viviendo esta misma aventura que nos relata la historia de esta triste casa abandonada.
Descripción - Graciela
Era la casa más abandonada y antiestética de Castelar. Las malezas habían crecido tan altas que pasaban el metro y medio y tapaban los grandes ventanales del típico chalet de techos rojizos, marca registrada de la ciudad, otrora conocida como “Córdoba chica”. Hacía mucho tiempo que ya nadie la habitaba. Se notaba no sólo por el descuido del jardín sino también por las tejas descoloridas y rotas, las maderas del techo, resecas y curtidas por el sol, el viento y la lluvia. El frente sin rejas también llamaba la atención en un barrio con casas protegidas por rejas de gran estilo y grosor. Era, sin duda alguna, de otra época en la que no se pensaba en los robos: las rejas de las ventanas eran más detalles de estilo que barreras de protección. Casa abierta. Casa añosa pero con una grandeza que la destacaba del resto. Sus faroles de hierro forjado resaltaban los detalles de la estructura de la casa. La glorieta de madera algo despintada que se situaba al fondo, todavía en pie, tenía formas arabescas que nos sumergían en un mundo de sueños olvidados, encuentros y desencuentros, alegrías y tristezas de quienes la habían habitado alguna vez. Pasaron los años y fue poco a poco despojada de sus materiales más nobles. Quedó su esqueleto y, luego, solo piedras y polvo. Lloré por dentro. Quizás, como ella, esperaba la llegada de alguien que la rescatara de tan triste final.
Descripción - Claudia
La piel casi transparente permitía ver las franjas anchas y moradas bajo los ojos negros. Mechones de cabello que iban en varias direcciones, recordaban a Medusa. Y tenía un andar oscilante, pesado, como si arrastrara algún yunque invisible. Olía a hojarasca calcinada, a brasa ardiente, a terremoto. Solía arrastrar su mano sobre la pared del frente y, como si fueran patas de tarántula, metía sus dedos por la ventana para luego dejar oír la vibración de sus cuerdas vocales como un sismo.
Descripción - Ma. Teresa
El Mellizo
Debo reconocer que el mellizo era un joven que metía miedo.
Los hermanos Gomez, mellizos, habían llegado al barrio hacía más o menos dos años. Nos enteramos de que eran mellizos por doña Luisa, la vecina. Todas las tardes, salía con su mascota a recorrer el barrio y, de ese modo, lograba enterarse de todo lo que acontecía en el vecindario.
—Son mellizos —le comentó a mi madre.
—Pero si no se parecen en nada —le respondió ella.
—Es que solo los gemelos son idénticos, los mellizos no.
—Con el carácter que tiene el más alto, no van a lograr hacer muchos amigos —prosiguió.
—No prejuzgue doña Luisa, no ha de ser para tanto. Que tenga un buen día.
A mamá, no le gustaba que las personas hablaran mal de otras sin casi conocerlos. De todos modos, cuando regresó a casa, me preguntó.
—¿Vos has tenido oportunidad de hablar con los vecinos de la casa de la esquina?
—¿Con los mellizos? —pregunté.
—Sí, con ellos. ¿Qué te parecen?
—Y... hay uno que mete miedo, el más alto
—¿Y por qué?
—Siempre que pasa, he tratado de saludarlo. Pero sólo me mira con cara de pocos amigos y no responde. Además, esa barba tupida que tiene y la joroba en la espalda te intimida un poco.
—Eso no tiene nada que ver, no todas las personas pueden ser agraciadas, eso es prejuicio.
—Entonces, ¿por qué no saluda? No habla y siempre camina agachado, mirando para todos lados, como si buscara algo o a alguien a quien lastimar. En cambio, el hermano es otro tipo de persona, muy agradable
A pesar de todo, mi madre, me recomendó que fuera respetuoso y no hiciera ningún tipo de comentario impropio sobre ellos.
Pasó un tiempo y en el barrio comenzaron a ocurrir cosas extrañas: la desaparición del perro de doña Luisa y de la bicicleta azul de mi amigo Pedro, la rotura de vidrios de varios coches, algunos robos pequeños. Y lo peor era que de madrugada se escuchaban disparos.
Tomó intervención la policía. Todos los vecinos apuntaban a los vecinos más nuevos: los mellizos (poco se sabía de ellos). Y sobre todo, al más alto y raro.
Se los investigó un tiempo y, para sorpresa de todos, un día las autoridades allanaron su casa y sacaron esposado a uno de los mellizos, al más amable. Resultó ser que tenía un interesante prontuario.
Desde ese día, todos respetamos la manera de ser y vivir del otro mellizo, el raro. Pero, insisto, el mellizo metía miedo.
Descripción - Stella
La amaba, no había dudas: por dentro sentía que cada fibra de su cuerpo no vibraba... Pero no se atrevía ni a mirarla a la distancia.
Su timidez y su miedo a ser rechazado lo atenazaban. Tenía que superarlo pero no sabía cómo.
Comenzó por sonreírle al pasar frente a su casa. Creyó que ella ni lo miraba y sintió que el mundo se desplomaba. No quiso darse por vencido y al verla la saludó. Ella no contestó pero no se dio por vencido y al otro día le hizo una pregunta sobre... Ya ni se acuerda. Ella muy displicente le contestó secamente. No se dio por vencido y, temblando, otro día se atrevió a invitarla a caminar. ¡Oh, sorpresa! ACEPTÓ.
Descripción - Dora
Cada tanto se instalan linyeras.
Quieren usurpar la propiedad.
Sin limpieza, proliferan roedores, alacranes, cucarachas... Increíble: crecen árboles en el techo.
Profunda y silenciosa, era ella quién nos dejó. Voces lejanas se oyen.
La voltearemos justicieramente, antes de que sea demasiado tarde.
Me presento: yo soy la casa.
Esplendida, señorial propiedad antigua, muy espaciosa.
Mi maciza puerta de roble siempre entornada.
Se oyen pisadas, forsejeos. Casi nunca van más allá de la puerta de roble.
Un fuerte viento la cierra de golpe.
Los escucho en la parte del fondo.
Tengo miedo, es mejor no pensar. Pero no se puede vivir sin pensar.
Pero de noche se escucha cualquier cosa: la puerta de roble es maciza: me quedo escuchando los ruidos, notando claramente que son de este lado de la puerta de roble.
Los ruidos se oyen más fuerte, pero siempre sordos.
Nuevamente el viento cierra de un golpe .
Descripción - Virginia
Llego a mi pueblo después de tanto tiempo. Las ocupaciones y los compromisos no me permiten ir seguido. A pesar de ser tan cerca, ¡¡¡parece tan lejano!!!
Miro y las cosas parecen iguales, pero no. Comienzo a buscar esas grandes casas con zaguanes y ventanas a la calle. Cuando pasábamos se podía percibir un aroma muy particular, pero ahora hay negocios de ropa, de adornos, hasta un shopping. Pero no me apeno porque yo vivo ese cambio.
Camino por el centro de lo que era pueblo y ahora es Ciudad. La plaza, el municipio, la Iglesia eso esta igual, es decir, en el mismo lugar, pero aggiornados: con nuevas plantas, con otra estética, fachadas modificadas. Pero a su alrededor todo está cambiado.
Percibo una cuidad para el adentro, rejas, que nos distancian. Yo recuerdo verjas bajas, muchas plantas y niños jugando afuera. Por las noches se sacaba una mesita a la vereda y comíamos allí. Lo mismo hacían nuestros vecinos y esos eran momentos de plena socialización.
Tantas historias contadas por mi abuela... no, perdón, mi bisabuela. Ella vivió hasta los 105 años, ¡¡miren si no habría historia para contar!! Los nietos las deseábamos y, como una sencilla conversación, ella nos relataba historias apasionantes. De más está decir que eso también cambió.
Camino y miro. Sólo miro y recuerdo.
Hay clínicas muy modernas, spas de descanso, nuevos hoteles. Me dicen que el Hospital sigue de pie. Los que eran pequeños negocios, estilo almacenes de pueblo, ahora son enormes espacios sofisticados de venta integral de cereales, todo rodeado de altísimos edificios, súper hermosos, que reemplazan esas casa de las que hablé.
Pero veo que algunas galletitas han conservado los adoquines de sus pisos y allí hay nuevas cerveceras, espacios de encuentro, estilo vintage. ¡¡¡¡Todo es tan hermoso!!!!
Todos estos cambios me muestran a mi pueblo viviente, transformado y que transforma todos los estilos de vida.
Mi pueblo, que ahora es Ciudad es Lobos, sólo a 80 Km de donde vivo.
Descripción - Osvaldo
AMOR CON CHOCOLATE
Juan Pablo era un artesano que trabajaba la madera dándole formas especiales. Ana Clara, en cambio, se ocupaba de calentar los cuerpos de los aldeanos con un rico chocolate que todas las mañanas hacía para vender y de esa forma pagar sus gastos.
Con besos sellaron el inicio de una relación. Ella fue a comprar las facturas para el desayuno y él se puso a preparar un rico y humeante chocolate que a partir de ese día sería su compañía de todos sus desayunos.
Luego se instalaron en la habitación donde de a poco se fueron quitando la ropa. Él se encargó de la ambientación para crear un clima especial: todo a media luz, música suave, las dos copas de chocolate helado listas para el brindis. Él la invitó a bailar un sugestivo bolero, casi sin palabras... Besos, los primeros sin tanta pasión. Los próximos con total promesas de eternidad. Y casi sin darse cuenta, ya sin ropas, la cama fue testigo de una manifestación de amor contenido, fruto natural de dos seres enamorados.
El día continuó con nuevos brindis: otras manifestaciones que eran expresión evidente de un sentir interior que los unía. Llegada la noche sin tener noción de la hora que era, despreocupados y desprolijos (normal después de un día de amor) se ducharon y resolvieron salir en búsqueda de un lugar donde cenar, ahora como MARIDO Y MUJER.
Descripción - Emiliano
Siempre me inquietó saber qué había detrás de una casa abandonada. Suelo salir a caminar e imaginar una historia detrás de cada casa. Una casa siempre habla de su morador tal y como ocurre con los perros que terminan adquiriendo el temperamento del amo. Hay casas que son "fáciles", casas de egoístas, casas de envidiosos, casas de temerosos y así. Lo que no es fácil, y en ocasiones es definitivamente imposible, es imaginar que hay detrás de una casa abandonada. Las he visto y en torno de ellas aún, y a pesar de elaborar muchas teorías, nunca pude llegar a conclusión alguna. Ah, sí, la mía pero no pienso referirme a ella.
Descripción - Darío
En el pueblo de los magos vive un hombre llamado Agumón, que tiene una casa pequeña que consta de una cocina, un baño, una habitación. Él vive solo con una mascota, un gato de nombre Po al que le gusta jugar mucho con algunos objetos que quizás no debería tocar y hacer cosas que no debería hacer, como rasgar los muebles de madera, tirar cosas, llevarse elementos de trabajo.
Un día Agumón estaba en su habitación trabajando con madera y en un momento aparece Po que de un salto le tira los elementos de trabajo. El hombre sale corriendo tras el gato para recuperar las cosas y poder seguir trabajando. Tiempo después recupera los materiales pero luego de unos minutos Po comienza a rasgar las cortinas que aparecen todas rotas. Entonces este hombre decide castrarlo como una posible solución a los hechos que habían ido dando. En un corto plazo Po se tranquiliza y los dos viven felices.
Descripción - Fabiana
Él la amaba por sobre todas las cosas. Con Mirna a su lado podía imaginar la vida en cualquier lugar de la Tierra. El sonido de su voz, su dulce aroma a rosas lo cautivaba. Alegre, ruidoso y atrevido se desvivía por seducirla. Sabía escucharla, no la condenaba ni la juzgaba y lo hacía con la paz que a ella la atraía como agua al sediento. Le escribía poemas a mano, en un cuaderno cuadriculado de escolar: tenía varios, todos pensados para esa mujer que era un torbellino en su vida. Solo quería hacer el amor con ella, conocerla profundamente y aceptarla, pasar la mañana del domingo en la cama desayunando juntos hasta tarde, caminar de la mano, reírse de tonterías y discutir ideas.
La vida los había unido hacía 30 años: Mirna lo atrajo desde el primer instante que vio sus ojos transparentes, su risa contagiosa , su desparpajo e inteligencia. Tocaba el cielo con las manos cuando recorría su cintura y acariciaba su piel blanca.
Ahora después de haber compartido con ella hijos, tristezas, alegrías, salud, enfermedades, riquezas y pobrezas, solo sueña con tomarla en sus brazos y fundirse en su pelo hasta que su vida se apague.
Descripción - Lilian
Inesperado
Fue realmente una sorpresa que Marisa incluyera mi nombre para participar de una charla/entrevista con un ceramista cubano que vino a la Argentina a mediados de los 90. Era una oportunidad de conocer de primera mano una situación complicada y bastante secreta. Por lo tanto, acomodé los horarios de mis hijos y de mi trabajo y fui decidida a disfrutar.
Ya sentada en una banqueta alrededor de la gran mesa del taller, creí sentir alguna pequeña corriente en mis tobillos, pero nada demasiado relevante. A medida que iban llegando fui testigo de la presencia del gato de la casa. Sentado sobre sus patas traseras, muy erguido al lado de la puerta de entrada, parecía el portero que amablemente dejaba entrar y ubicarse en su lugar al que llegaba para luego refregarse por las piernas dejando su marca de feromonas y volver a su lugar.
Cuando estuvimos todos y la anfitriona hizo la presentación del invitado, el gato trepó al tercer escalón de una estantería y desde allí pareció estudiar al auditorio con una mirada intensa. Se ve que ahí no era un buen lugar o que vio algo mas interesante porque enseguida bajó y caminó majestuosamente por la mesa despertando la hilaridad de la mayoría. Pero su destino estaba un poquito más allá… estiró sus manos sobre mi hombro izquierdo y dando un pequeño salto se acomodó rodeando mi cuello. Contuve la respiración. ¿Sabía ese animal que de todas esas personas tal vez la única que le tenía cierto recelo y desconfianza era yo? A pesar de que me parecen muy estéticos, en general no quiero mucho a los gatos.
Marisa vino rápida a salvar la situación y cuando lo levantó, con sus uñas clavadas en mi pullover, maulló de una forma que resonó durante bastante tiempo en mi cabeza haciéndome olvidar del artista y su mensaje. ¿Habrá sido tan interesante la conferencia del cubano?
Objeto - Norma
Él es muy sutil y etéreo. Muy blanco. Sólo lo usan las bellas mujeres, anche niñas. Esas graciosas gacelas, livianas como la espuma de jabón, o las pompas que vuelan hasta romperse al chocar simplemente con el aire, en pleno vuelo. Es muy sencillo, pero es tan delicado... Es necesario cuidarlo muy bien. Es frágil aunque tenga varias capas. Es tan tierno y suave como la sonrisa de un bebé. Cuando está solo, apoyado en un lugar especial, esperando, uno con mirarlo se hace dueño de sus propios sueños. Cuando están juntos forman una armoniosa sincronización de elegancia, pasión, movimiento, todo en una absoluta unión maravillosa que nos hace sentir el gozo más profundo en el alma. Salta y gira sin medida, se agita y se apaga en el instante. Acompaña, crea y dibuja formas. No es su dueño. Él tiene dueñas frágiles, delgadas, bonitas, buenas y no tan buenas. También alguna malvada. Pero siempre nos fascina su hermosa aparición, bajo esas luces brillantes, con algún pliegue principesco, su donaire y tradición. Si él falta, y puede hacerlo, no es lo mismo. Todo cambia.
Él es, simplemente, una parte fantástica de ese sueño.
[El tutú de una bailarina]
Objeto - Ana
Yo soy tan bella como necesaria. En la mayoría de los hogares hay una, aunque puede haber dos. Estoy siempre lista ante cualquier circunstancia. Mi figura no es muy agraciada pero el cuerpo de mi hermana mayor tampoco lo es. Ella es más voluptuosa pero igualmente encantadora. Ella está bien guardada, en cambio, yo estoy siempre resplandeciente cerca de una ventana. Acompaño a la familia en sus reuniones, discusiones, conversaciones. Me llevan de aquí para allá: al living, al comedor, a la cocina, cerca de la pileta y de la parrilla. Me hace bien estar cerca de ellos y saber que me valoran. Durante el día tengo mucho trabajo. Por las noches descanso como el resto de mis vecinos.
[La pava eléctrica]
Objeto - Graciela
Aunque a veces me llevan de paseo afuera o a otro sector de la casa donde vivo, tengo un lugar reservado exclusivamente para mí. Soy fuerte, maciza, de color claro y brillante. Sin embargo, en ocasiones especiales, me visten con ropajes delicados, hermosas flores bordada, blancos y finos encajes o barcos y estrellas multicolores. Soy parte referente de la familia aunque silenciosa pero siempre punto de encuentro de largas charlas y reuniones. Estoy a toda hora con ellos. A la mañana temprano donde se habla de las novedades y se planea la jornada. Al mediodía solo acompaño a algunos pocos que comen algo y se van de nuevo pero a la tarde hay más actividad, desde juegos a actividades de todo tipo, con tijeras, papeles, hojas y pinturas. Todo acompañado con ricos manjares de la abuela. Cuando llega la noche nuevamente se reúne toda la familia. Están más tranquilos, un poco cansados, diría, pero felices disfrutando de una rica y calentita comida. ¡Qué alegría experimento al sentirme uno más junto a ellos!
[La mesa]
Objeto - Ma. Teresa
Me han vestido para provocar placer, aunque a veces el placer es mío, según las manos que me acarician. Tengo varios hermanos, que van y vienen por distintos sectores de la casa. Nada más lindo que jugar a la guerra o, simplemente, percibir el tibio apoyo de alguien, cuando me encuentro solo. He sabido escuchar secretos, risas y, algunas veces también, percibir la humedad del llanto silencioso. También el estrecho abrazo del que se siente solo o la furia desatada de un enojo. Son parte de mi existencia. No me quejo, ¿por qué habría de hacerlo? Si para todas esas cosas he de sentirme útil. A mis hermanos y a mí, no nos gusta que nos apilen en un rincón o nos apretujen uno al lado del otro. Sabemos que es el momento en que han de dejarnos solos, el interminable tiempo del frío y el silencio. Pero es lo que soy, lo que somos, para lo que fuimos creados. Somos muchos los que sentimos lo mismo.
[El almohadón]
Objeto - Osvaldo
Sí, sí y sí. Me pregunto cómo me transforme en esto que soy ahora y me respondo ¡¡¡NO SÉ!!! Pero de que estoy mirando la tierra no hay dudas.
Tengo la sensación de que no peso, es como que ahora a mi cuerpo no logro verlo porque esté ausente, perdido en la densidad. ¿Cómo llegué? Y no sé. Sin darme cuenta subí y subí como una burbuja. Y bueno, acá estoy, mirando la tierra. ¡¡Qué bello paisaje!! Es como un terciopelo verde donde distingo casas, árboles y personas que están como bordadas en él. Ahora siento que voy hacia abajo: es como si resbalase. Y veo unas chispas que suben al yo bajar. ¡¡Ya sé!! Son las estrellas. Qué maravilla, estoy como levitando pero hacia abajo, no entiendo nada. Y a la vez todo me resulta normal. Ya estoy cerca, ¿pero cerca de qué? Ahora veo que la tierra se achica y ya no veo las chispas. Pero observo como una película mi anterior vida, mi alma al desnudo. SÍ, SÍ y SÍ. Ya no hay dudas. Soy esto que no veo pero SOY.
Objeto - Darío
Tengo varias herramientas y opciones. Me podés guardar en un bolsillo, en un cajón o ponerme en la mesa. Generalmente me usan todos y puede haber gente que es adicta a mí. Eso depende de la forma de ser de la persona.
[El celular]
[El celular]
Objeto - Virginia
Soy una necesidad, cotidiana y silenciosa.
Me describo como camaleónica, versátil y, en ocasiones, sufro metamorfosis.
Desde mi rol silencioso, he sido testigo de muy profunda e íntimas confesiones. Ay, Ay. ¡¡¡Si pudiera salir!!! Pero no, permanezco en escucha, firme sobre mis pies.
Me pueden mover, cambiar, transformar. Hasta me inventan e improvisan. Sirvo a los que sirven.
Digo que soy elegida porque conmigo esperan, se despiden, se encuentran, piensan...
He crecido con los que crecen. Allí estoy feliz, muy feliz, de sentir sus deditos garabateando sobre mí. Estoy en todos y con todos, a veces muy arropada y otras desnuda. Pero quiero decirles que en un mismo día, mi apariencia cambia, cambia, cambia. Soy servicio de todas maneras, con cualquier atuendo y en cualquier lugar del mundo.
[La mesa]
[La mesa]
Objeto - Claudia
Vivimos hacinados porque así lo dispusieron. Solo con la muerte de algún hermano nos es posible ampliar nuestro espacio, pero la tristeza nos impide separarnos. Llevamos el color de la luna en nuestras ropas y la naturaleza nos recorre por dentro. Enrojecemos con un beso y es a través de él que matamos y morimos.
[Los cigarrillos]
Objeto - Stella
Se acerca, cada vez más cerca, me asustan sus ojos negros, violentos con ira. Es lo único que veo. Desaparece...
Pasa un minuto, una hora, un siglo y unos ojos inocentes, claros, en una cara de niño sonriente, feliz, cambian mi estado de ánimo.
A continuación veo una cara surcada por finas arrugas, llenas de experiencia, muy dulces.
Al rato una joven adolescente se va acercando y veo su largo cabello ondulado e indómito, a pesar de su dueña. Los ojos luminosos y avispados se acercan para maquillarlos. Pegadita a ella, aparece una mujer de mediana edad (¿la madre?) que la observa con amor. Se van y aparece un hombre grande con una enorme tristeza en sus ojos. No lo puedo consolar. Estoy inmóvil, sobre la pared. Todo se oscurece... He vuelto a la soledad y el silencio.
[El espejo]
Objeto - Lilian
Mi origen es muy antiguo, algunos hablan de Egipto otros de China. Yo he visto fotos del siglo XIX y hay algunas muy grandes, más pesadas que nosotras, y con un pulido estupendo que le han dado los tiempos. Las he visto altas y flacas, macizas y pequeñas y algunas frágiles, casi de juguete. Siempre hubo formas diferentes, yo por ejemplo soy cabezona con el cuerpo flaco lleno de marquitas y termino casi en punta. Pero a mi lado, mi compañera tiene una cabeza geométrica y el cuerpo delgado pero con unos pies rectangulares muy grandes. Nuestra dueña nos unió junto con una bolita de plata y una piedra de un verde hermoso. ¡Creo que nos vemos muy elegantes! Generalmente andamos juntas como un manojito pero también hay algunas solas. Esas se creen muy importantes: dicen que detrás de ellas suelen guardarse muchos secretos. Pero, amigos, los tiempos cambian y ahora las más nuevas ya no son de metal ni tienen formas convencionales, sólo son un pequeño cartón con una bandita magnética y codificada.
[Las llaves]
Objeto - Dora
Fragilidad emocional.
Inquietud por crecer.
Ambición de idealismo.
Apego positivo, bien trazado.
Claridad de ideas.
Líneas... onduladas.
Flexibilidad.
Sociabilidad.
Optimismo.
Excesivamente grande.
Vanidad, falta de control de las fantasías.
Tengo miles de años bien plantados.
Me gustan las copas.
[El árbol]
Inquietud por crecer.
Ambición de idealismo.
Apego positivo, bien trazado.
Claridad de ideas.
Líneas... onduladas.
Flexibilidad.
Sociabilidad.
Optimismo.
Excesivamente grande.
Vanidad, falta de control de las fantasías.
Tengo miles de años bien plantados.
Me gustan las copas.
[El árbol]
Objeto - Fabiana
Soy el hijo bastardo de un bastón y un murciélago. Tengo la piel de tela turquesa, con flores y vistosos ruiseñores. Mi cuerpo es cóncavo, desplegable y estoy sujeto a unas varillas dispuestas alrededor de un eje. Mi alma es de naturaleza protectora. Soy de los seres más olvidados de la Tierra, anfibio, como la rana. Me vuelvo invisible los días de sol pero me abro al mundo los días de lluvia. Me llevo mal con el viento que me quiebra y fractura aunque, a veces, me hace cosquillas y me cuenta sus secretos. Sueño con ser famoso como el de Mary Poppins para poder volar. O divertido y multifacético como el del Pingüino de la serie Batman. A veces estoy en el agua pero otras me dejan arrumbado en algún rincón o en el fondo de un cajón, solitario, esperando que alguna mano fría o húmeda me abrace por un rato.
[El paraguas]
Objeto - Emiliano
Triste: ¿cómo podría ser distinto frente a tanta ingratitud? Ya tengo mis años pero que yo sepa nunca se me hizo el debido reconocimiento o, al menos, el que yo creía merecer. Fui creado, como tantos otros, por la mano del hombre y me tomé muy en serio la misión para la que había sido hecho, pero a pesar de ello poco o nada se ha reparado en mí. Estoy orgulloso de ser quién soy y de la suerte que me tocó, pero afectado por la indiferencia, y es por eso que estoy triste. Estoy convencido de haber cumplido con lo que de mí se esperaba. Hice inmensamente felices a los niños, útil a los que ya no lo eran y contribuí al perfeccionamiento de la salud de todos. Frente al drama de la polución, jamás contaminé el medio ambiente ni consumí energía no renovable. Gracias a mí no pocas personas adquirieron notoriedad y algunas hasta ganaron mucho dinero, pero al parecer nadie lo advirtió. Cuando llegó el momento de gloria, subieron a un pedestal a alguien con dos jóvenes buenasmozas (una a su derecha y otra a su izquierda) que besaron sus mejillas y yo, que no sólo había hecho el mismo esfuerzo sino que había corrido el mismo riesgo, una vez más fui ignorado. ¿Cómo no voy a estar triste? Razones no me faltan.
[La bicicleta]
Limón - Norma
Hola terricolas, soy Pikator, de un planeta pequeñito más cercano a Saturno, que ustedes aún no conocen.
Estoy tratando de averiguar algo, porque normalmente todas las noches con el telescopio los miro cuando cenan, o toman un trago antes de cenar. En realidad los observo a menudo porque siempre pienso que ustedes tienen muchas cosas, que para nosotros son innecesarias.
Llevan una vida muy agitada. Hay tránsito de autos chicos y autos grandes. Hay gusanos largos que corren más rápido y llevan más gente. Hay tantos negocios, casas y departamentos. Todo esto lo sé porque además en nuestras clases nos enseñan sobre la actividad que ustedes desarrollan en la casa, en el trabajo y en todas partes. Son como los cohetes, van de un lado al otro.
Nosotros tenemos una organización distinta. Vivimos en edificios divididos de otra forma y equipados con elementos muy prácticos. No necesitamos hacer todo lo que ustedes hacen. Nos alimentamos con comidas preparadas que directamente proviene de una extensión de la pared, y los líquidos vienen directamente de un surtidor. Tenemos varios surtidores de distintos gustos.
Yo veo que ustedes ponen los alimentos sobre una llama y los sacan de un gabinete donde los guardan durante varios días.
Mi planeta es grande pero no es sucio como el de ustedes. Nosotros somos muchos pero no estamos todos juntos, tenemos espacios entre unos y otros.
Les comento, tengo que hacer un trabajo y por ello me dirijo a alguno de ustedes para que me ayuden a prepararlo. Además de comunicarme, también puedo mandarles una foto, no soy tan distinto de ustedes. Y ustedes piensan que son los únicos en el mundo.
El universo está lleno de terrícolas (los que viven en la Tierra), venusinos (los de Venus) y así cada uno. Pero nosotros tenemos un montón de cosas en común y otras no tanto.
Tengo que hacer un trabajo para la escuela y debo conocer un limón. ¿Me pueden decir qué es y cómo lo consigo?
Esta carta fue interceptada por uno de esos raros aparatos que pululan por el espacio y llego a mis manos rápidamente, no sé aún cómo. Lógicamente enseguida le contesté a Pikator. y le envié un mensaje que el leyó a través de su telescopio.
Esta carta fue interceptada por uno de esos raros aparatos que pululan por el espacio y llego a mis manos rápidamente, no sé aún cómo. Lógicamente enseguida le contesté a Pikator. y le envié un mensaje que el leyó a través de su telescopio.
Ahora bien, ¿cómo le hacía llegar el limón para que pudiera hacer su trabajo y yo pudiera hacer el mio?
Gran dilema...
Pero no existía ningún problema. Parecía ser que ellos tenían comercialmente contactos con algún exportador que les hacía llegar el producto mas inverosímil del mundo en pocas horas. Tenían medios de transporte muy avanzados. Nosotros proveníamos de eras prehistóricas.
Usando el telescopio como medio de comunicación le mostré láminas del fantástico limón, con todas las características necesarias para encargarlo en forma inmediata. Y así fue que tuvo en su poder una cantidad aproximada de 50 limones al día siguiente.
Usando el telescopio como medio de comunicación le mostré láminas del fantástico limón, con todas las características necesarias para encargarlo en forma inmediata. Y así fue que tuvo en su poder una cantidad aproximada de 50 limones al día siguiente.
Cuando comenzó a investigar, primero lo metió en un aparato que lo desintegró. Quedó hecho una mezcla de jugo, cáscara y semillas. Luego lo partió en dos partes y sacó el jugo. El tema es que en un momento tuvo como diez limones en diversas formas.
Estaba ocupado haciendo su trabajo, cuando llegó gente a su casa. Eran sus abuelos. Al verlo le preguntaron qué estaba haciendo con tantos limones. Pikator se sorprendió porque no sabía que lo conocían ya que en su planeta no había visto ni un solo ejemplar.
Primero su abuela le explicó que de donde ellos venían era muy común usarlo en la comida y en la repostería. Y para un sinfín de usos mas. Ellos venían de un país en donde había mucha gente que vivía estresada, con muchos autos y camiones, en ciudades no muy limpias y con gente que a veces era muy fanática, como los jugadores de fútbol. Pero lo que más me sorprendió era que el país, de acuerdo a la traducción se llamaba Río Joven (River Juniors). ¿Les recuerda algo este nombre?
Finalmente y con la ayuda de sus abuelos, él pudo sacar sus propias conclusiones.
Es una hermosa fruta, de un hermoso color, de una textura a veces suave, gruesa, indicada para rallar, y de un sabor ácido pero que rebajado con los líquidos que salen de los surtidores les da mayor sabor. Además la agregó a la comida y le supo mas rica. La frotó por su piel y sintió su perfume y la suavidad que deja.
Con este material realizó un trabajo muy bueno que hasta a su profesor sorprendió. Y a mí una gran moraleja me dejó: somos muy iguales en el fondo, solo necesitamos educación y una frase que siempre me impacta. “Si todos los hombres del mundo hicieran, quisieran, pudieran otro seria el resultado final".
Limón - Ana María
Estoy de vacaciones y pensé viajar a un lugar especial. En el planeta donde yo habito podés salir a conocer nuevos planetas en el espacio maravilloso que nos rodea. Con mi nueva nave "Betsabé" color plata y oro, decidí tomar rumbo hacia el Sur de la galaxia Memphis.
Mi GNSS (Sistema Global de Navegación Satelital) comenzó a fallar. No me preocupé porque en mi planeta no existen emociones negativas. Betsabé aterrizó en un lugar bellísimo y desconocido. Todo el lugar era verde intenso y amarillo brillante. Bajé de la nave y comencé a investigar. El aroma de algo exquisito me llevaba a seguir buscando algo más. Llegué a una plantación de qué... Ellos estaban entrelazados en el follaje. Pretendí tomar uno, dos, tres pero no pude soportar su peso.
De repente uno inmenso como un asteroide se estrelló sobre mi cabeza. El aroma que desprendía inundó todo el lugar. Y como no podía ser de otra forma, junté varios y los llevé a mi nave. Betsabé conserva en su interior los destellos perfumados de los 🍋🍋🍋 como el recuerdo de un viaje inolvidable.
Mi GNSS (Sistema Global de Navegación Satelital) comenzó a fallar. No me preocupé porque en mi planeta no existen emociones negativas. Betsabé aterrizó en un lugar bellísimo y desconocido. Todo el lugar era verde intenso y amarillo brillante. Bajé de la nave y comencé a investigar. El aroma de algo exquisito me llevaba a seguir buscando algo más. Llegué a una plantación de qué... Ellos estaban entrelazados en el follaje. Pretendí tomar uno, dos, tres pero no pude soportar su peso.
De repente uno inmenso como un asteroide se estrelló sobre mi cabeza. El aroma que desprendía inundó todo el lugar. Y como no podía ser de otra forma, junté varios y los llevé a mi nave. Betsabé conserva en su interior los destellos perfumados de los 🍋🍋🍋 como el recuerdo de un viaje inolvidable.
Espero seguir viajando hacia lugares tan bellos como el que conocí hace varios años luz.
Limón - Osvaldo
Agrio y maravilloso limó, ¡qué de distintos tonos retosas! En el árbol de copa ancha entre las hojas rebozas.
La acidez que contienes se contagia a la vida. ¿Por qué no también en una rica torta o brillantes masitas?
Tus delicias disfrutan los humanos con placer. Luego de que la sabia naturaleza te hace crecer en tres o cuatro meses con colores estridentes, ya sirves al humano en formas diferentes.
Te cuida el hombre y te cosecha para lucrar con tus múltiples beneficios. Hay dos que se destacan: tu poder antibacteriano y tus propiedades digestivas. Contienes vitamina C, pectina, magnesio. Curas las infecciones y hasta combates la hipertensión .
Por eso creo que los humanos lo cuidan, ya que tantos beneficios le dejan.
Desde Marte hasta la Tierra. De un Marciano a un humano .
Limón - Ma. Teresa
¿Habré llegado por fin al lugar tan buscado? ¡¡He viajado tanto tiempo!!
Tal vez algún otro sobreviviente de mi planeta lo haya logrado. No lo sé.
Partimos en búsqueda de un futuro mejor. Allí, donde estábamos establecidos, ya no quedaba nada para subsistir. No supimos, o no nos enseñaron, a cuidar nuestra tierra, y así casi sin darnos cuenta, lo fundamental para nuestra existencia, el agua, se acababa. Tal vez aquí la encuentre, y así podrá continuar la existencia de nuestra raza.
Hasta ahora, por lo que he logrado ver desde mi aterrizaje, no pareciera que exista vida. Todo es polvo y roca, pero caminaré para explorar mejor. Hay atmósfera, puedo respirar sin mi traje, eso ya es bueno. A lo lejos, logro ver color, lo que desentona totalmente con el resto del paisaje. Me acercaré.
Hay un sendero angosto. Varios postes pequeños con escritos. Traeré el traductor que deje en la nave, y así sabré si puedo leer lo que dicen.
Ya está, veamos.
"Bienvenidos al planeta tierra (dice el primero) siga el sendero".
Así lo hago. No sé en qué galaxia me encuentro. Sigo avanzando.
"Somos gente de paz, no teman" (aun no veo a nadie).
"Busquen el libro debajo del árbol, que encuentren al final del sendero".
Avanzo con mucha espectativa y cautela.
Llego, y allí esta el libro. Lo tomo y comienzo a leer.
"Si es que están leyendo este libro, y no han visto a nadie, significa que nuestra raza humana, ha dejado de existir. Durante mucho tiempo cuidamos este árbol. Era nuestro legado, para los que vendrían. Fue nuestra última fuente de alimento. Se llama limonero, y como verán da un fruto. Cuídenlo. De ese fruto obtendrán vitaminas y, si aprenden a usarlo, calmará su sed. Podrá ser medicina y alimento. Mucha suerte. Planeta Tierra".
Dejo el libro y tomo uno de los frutos para examinarlo.
Es de color amarillo brillante, suave, aunque de piel algo rugosa, liviano y ovalado. Decido abrirlo.
Su interior es del color del cristal, con algunas pequeñas semillas, jugoso. Bebo su jugo. Exquisito y fresco.
Por primera vez después de tanto viajar siento paz. Y esa paz me la ha dado un pequeño fruto. Un limón. Lo miro y ya cambió de color. Ahora tiene el color de la esperanza. Mi esperanza de vida, y su jugo es lo mas delicioso que he bebido, en mucho tiempo. He llegado al fin a mi nuevo mundo pintado de verde y amarillo. Los colores mas lindos del universo.
Limón - Graciela
Su color amarillo atrae la vista de quién se acerca y llama mi atención. Cuelgan dentro de un conjunto de láminas verdes que lo rodean.
Son de forma ovoide con una protuberancia en la parte inferior muy marcada. Su piel es lisa y hay de todos los tamaños: algunos son pequeños, otros son más grandes y hasta alcanzar el tamaño de la palma de una mano.
Al acercarme y tocarlos siento un perfume muy penetrante y agradable.
Arranco uno con cuidado para estudiarlo. Hay pequeñas espinas que te lastiman. Anoto que se tenga cuidado al arrancarlo. Lo abro y me ataca: miles de gotitas ácidas caen en mi rostro. Me sorprende este ataque pero siento un perfume tan fresco que quiero seguir estudiándolo, quiero saber su composición y para qué sirve.
Limón - Dora
Forasteros, oí los "VIVAS" que nos echaron dos danzantes, encaramados uno sobre otro, hasta formar lo que ellos llaman castillo. Y lo que también hubo para las demás personas que les habían dado dinero. Y volvimos a casa al anochecer, despidiendo al predicador. Después de haber tomado chocolate y agua de "LIMÓN" todos juntos, cómo si no hubiéramos comido al medio día.
Limón - Darío
Cosa ovalada, amarilla, arrugada, de textura áspera con líquido misterioso, olor fuerte, sabor agrio y con cosas chiquitas por dentro.
Limón - Stella
¿Me mira o me parece? Me confunde. Es un limón con su persistente perfume, su color amarillo, su forma redonda.
Pero no, de repente él me habla. Escucho unos sonidos ininteligibles... que se convierten en un "hola".
Quedo boquiabierta. Sin pensar contesto y él me dice:"Soy del planeta Saturno y vengo a..."
No escucho nada más. Sólo sé que me desmayo.
¿La cuarentena me habrá perturbado?
De lo que no dudo es de QUE UN LIMÓN ME HABLÓ
Limón - Virginia
¡Ayyyyyy! ¡¡Qué golpe!! ¿Dónde estoy? Si recién jugaba con mi hermano, ¿dónde está? ¿Y qué es esto? No entiendo nada, no sé qué dicen y ¿qué es esto que pasa por mi cabeza? Después me enteré que se llaman "pensamientos".
En mi mundo, es decir, de donde vengo, es toda imaginación, toda imaginación.
Escucho muchos ruidos, miro y no sé qué son esas cosas que se mueven, hacen nuevas, se ríen. Y a mí solo me sale mi idioma "Pic Pac Pic Pac".
Uno viene rápido (después me enteré que es corriendo) y algo me dice. No le entiendo y me tira algo pequeño que gira hacia mí. Y de pronto, "PAF", en mi cabeza ¡¡Qué dolor!! Siento cosas que antes no sentía, por ejemplo, "dolor". Eso pequeño cae al piso, se rompe y veo pequeños palitos (después me enteré que son semillas). Miro y veo muchos colgando con su cabecita hacia abajo. Así dormimos nosotros en mi país imaginario. Despacio me acerco, agarró uno, no es desagradable, entre rugoso y liso, se deja agarrar. Ummmmm... ¡Qué lindo olor tiene!!! Pero se me ocurre morderlo. Ajjjjj, ¡qué agrio! Intento tirarlo, pero no, me gusta su olor y otra vez lo muerdo.
Uno viene rápido (después me enteré que es corriendo) y algo me dice. No le entiendo y me tira algo pequeño que gira hacia mí. Y de pronto, "PAF", en mi cabeza ¡¡Qué dolor!! Siento cosas que antes no sentía, por ejemplo, "dolor". Eso pequeño cae al piso, se rompe y veo pequeños palitos (después me enteré que son semillas). Miro y veo muchos colgando con su cabecita hacia abajo. Así dormimos nosotros en mi país imaginario. Despacio me acerco, agarró uno, no es desagradable, entre rugoso y liso, se deja agarrar. Ummmmm... ¡Qué lindo olor tiene!!! Pero se me ocurre morderlo. Ajjjjj, ¡qué agrio! Intento tirarlo, pero no, me gusta su olor y otra vez lo muerdo.
Los que caminan rápido viene hacia mi, ríen y ríen, seguro por mi cara. Me cuentan su historia. Que se llama limón, que se usa para muchas cosas, en comidas, medicina, cosmética que hace bien en su justa medida, bla, bla, bla.
De pronto, me despierto. Está mi hermano a mi lado y le doy una pelotita amarilla, rugosa y perfumada que me dieron los que ríen.
Limón - Fabiana
Soy XX3, vengo del planeta Marte, hace unos días terrestres que llegué en mi nave espacial.
Les cuento que ya hice un amigo aquí: Lucio, un niño de 6 años muy simpático que me llevó a su casa.
Estoy aprendiendo mucho de esta civilización, hay cosas que son similares. Tienen familia, como nosotros, pero en otros aspectos son muy distintos.
Comen cosas extrañas (nosotros solo nos alimentamos con cápsulas nutritivas) y lo hacen alrededor de lo que ellos llaman mesa.
El otro día abrí un cofre congelado en el que guardan la comida y ¡¡lo vi!! Redondo, amarillo como el astro que nos da calor en nuestro planeta, el Sol.
Lo tomé con precaución, no sabía si quemaba. Su piel era rugosa, áspera y estaba fría.
Lo puse sobre la mesa terrestre, tomé un elemento que los humanos usan para cortar y lo partí a la mitad. Cada parte tenía la forma de una nave espacial en miniatura. Lo di vuelta y vi que por dentro era blando, brillante.
Me lo llevé lentamente a la boca, con un poco de temor y... ¡¡¡Ajjjj!!!!
Su sabor amargo y ácido hizo que lo arrojara con fuerza contra la pared y pegara un grito. Lucio vino corriendo y vio la escena.
—¿Qué es esto? —pregunté
—¡Un limón! —contestó Lucio riéndose a carcajadas.
Limón - Lilian
¿Cómo describirte esa especie de pelota oblonga que está sobre una tabla? Tiene un extremo puntiagudo algo redondeado y, en el otro, un pequeño orificio circular donde debe haber habido un palito, tal vez un asa.
Es duro. Lo toco y tiene pequeñas protuberancias que no molestan al tacto. Cabe en mi mano y es de un color amarillo en el que se adivina algún verde que anduvo por ahí. Al tomarlo en la mano siento el perfume, me lo acerco a la boca, a la nariz. ¡Maravilloso! Me recuerda el aire puro del campo, las mañanas soleadas.
Creo que ese palito debió ser una rama, parece un fruto e invita a probarlo.
Con algo filoso se abre. Sí, definitivamente es un fruto que deja caer gotitas sobre mi mano. Esa piel dura de afuera se convierte en una linea blanca que lo envuelve. Está dividido en pequeños gajos y tiene algunas semillas. Acá el amarillo se ha vuelto mas pálido y se amigó totalmente con el verde. Es jugoso. ¿Será dulce?
Ufff, mis papilas gustativas se despertaron de golpe: arde, pica, mis dientes rechinan con el ácido. Por un infinitesimal instante mi cerebro se paraliza… pero vuelve el perfume y me lleva con el sol.
Limón - Emiliano
Cualquier referencia a un ser extraterrestre es controversial porque los hay quienes descreen y los que están seguros de su existencia y de que hasta habitan entre nosotros. Pruebas no faltan: ¿quién no ha visto la fotografía de un platillo volador y hasta de un humanoide generalmente pequeño y de color verde? Los estadounidenses presumen de tener pruebas que guardan como secreto de estado y que de revelarlas asombrarían al mundo entero. Algunas construcciones de la antigüedad, que por osadía no pueden ser demostradas científicamente, se atribuyen a seres extraterrestres. Dejando de lado esta polémica, si un extraterrestre viera un limón y, por ser individuos de una civilización más avanzada, lo estudiara científicamente, encontraría a poco de hacerlo propiedades médicas. El jugo es de gran eficacia para curar las anginas, el té es digestivo y de beneficio para los resfríos. El día que descubran que sirve para hacer un glasé para bañar un budín, una mousse para acompañar una porción de torta, disfrutar de un buen helado, de un lemon pie y qué decir de una copita de Limoncello bien helado, van a volver pero para quedarse entre nosotros.
Limón - Claudia
—Atento, Houston se esta transmitiendo.
—Se confirma transmisión.
—Se confirma transmisión.
—¡¡¡Peterson!!! ¡¡¡Peterson!!! —grito conteniendo la emoción
—Señor, el ingeniero Peterson está en su casa.
—¿Y qué hace ahí? Contáctelo.
—Max, tenemos imágenes. ¿Entendés lo que te digo? Después de un año de ver suelo árido. Entonces, ¿por qué todavía no llegaste?
En las gigantescas pantallas de la NASA podíamos observar un espécimen a unos cuantos metros del satélite y del limón que había dejado, por pedido explícito de mi hijo.
—Silencio, Houston, tenemos sonido.
—Brasam werdu jory patsi coldg hiopsd hujd sonh vjdl ubdl ñdnj idhv nkdm —decía el marciano al mismo tiempo que estiraba uno de sus dedos para tocar la fruta.
Esta rodó con el toque y asustó al ser que cambió su postura. Atravesó y cortó en varios pedazos al inofensivo limón que se desintegró en segundos.
Esta rodó con el toque y asustó al ser que cambió su postura. Atravesó y cortó en varios pedazos al inofensivo limón que se desintegró en segundos.
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